Por el año 1993 cuando tuve la oportunidad de estar en Alianza Atlético de Sullana, pude conocer al referente de mi carrera futbolística, el que me dio la oportunidad de ser un futbolista profesional. Me acuerdo cuando llego al equipo, estábamos jugando la baja por los malos resultados, por supuesto, yo no había debutado todavía, seguramente porque el DT de ese momento no confiaba en mi por la falta de experiencia, sobretodo en un momento que se necesitaba la gente de mayor recorrido para poder salvar el año, llegó y lo primero que hizo cuando fue presentado por el presidente de ese momento, fue botarlo de la cancha con una frase espectacular. ¨Bueno se acabaron las palabras, andá a buscar plata que acá nos quedamos los que sabemos de fútbol¨ A algunos nos sorprendió, a otros no porque ya lo conocían. En ese momento yo estaba en la lista negra, me iban a sacar del equipo por bajo rendimiento, es mas, ya me habían avisado que tenia que dejar la casa del jugador, entonces sabiendo que el profesor era Argentino me le acerqué para hacerle conversación, ¨groso error¨ y le pregunté, ¿Profe cuándo unos mates? me miró, se apartó un poco y me dijo, ¨Pibe yo acá en Peru como ceviche, los mates los tomo en Argentina, anda a laburar, dale¨ por supuesto salí disparado a la cancha, los jugadores se mataban de risa. Tenía una personalidad muy fuerte, era muy seguro de sí mismo, con solo la mirada ya te hacia entender que eras importante en el equipo, muy motivador, Claro, ¡No la cagues! porque se venia la noche, te puteaba en todos los idiomas.
El dia que me hizo debutar, fue hasta ahora el partido más importante de mi vida, teníamos que enfrentar a Sporting Cristal por el torneo intermedio. El jueves que hace el equipo titular, en el segundo tiempo me llama y me dice ¨Pibe usted va a ir por Herrera, metase en el área y la manda a guardar, porque si no el lunes sale para Argentina¨ después del entreno me dijo usted va a arrancar el domingo, no les miento desde el jueves hasta el domingo no pude dormir casi nada, entre asustado, nervioso e ilusionado pasaban los días. El domingo ganamos dos a cero, con un gol mío y otro de ¨Pata de rana¨ Zapata. El "campeones del 36" estaba lleno, el vestuario era una fiesta, después de ocho fechas, le ganábamos a un grande. El profesor estaba en un rincón con unos dirigentes, contentos, me le acerque y le dije gracias profe, me miró y me dijo ¨Qué gracias, el domingo me tenés que hacer más goles pibe¨
lo miré, sonreí y me fuí. Al llegar a la casa del jugador en mi cuarto había gaseosas y unos sandwich de pollo que me habían puesto. me senté en la cama y lloré como un niño.
Abrazo de gol.
#NOHAYOTRAPAPA.